La lactococosis, causada por Lactococcus garvieae, es una importante enfermedad bacteriana distribuida mundialmente y que afecta tanto a peces de agua dulce como salada. La temperatura del agua es el principal factor que influye en la aparición de un brote de lactococosis. Así, L. garvieae causa graves problemas en los meses de verano cuando la temperatura del agua supera los 18 °C. La enfermedad afecta a peces de diferentes edades y la gravedad de la enfermedad depende de factores como la especie, la edad, el tamaño y posibles situaciones de estrés. Tras la aparición de un brote se utilizan antibióticos para controlar la enfermedad. Los antibióticos autorizados en acuicultura en algunos países de la Unión Europea y en Turquía son principalmente el florfenicol, oxitetraciclina, amoxicilina, enrofloxacina, ácido oxolínico y trimetoprim+sulfadiazina.
Desafortunadamente, la vigilancia del uso de antimicrobianos en el sector de la acuicultura es complicada debido a los diferentes reglamentos que existen entre países. Como los peces no pueden metabolizar eficazmente los antibióticos, estos son liberados en grandes cantidades al medio acuático. Cuando los peces se alimentan con piensos suplementados con antibióticos, solo el 25% de los antibióticos son ingeridos por los peces y el resto se excreta en el agua. De este modo, la utilización de antibióticos en acuicultura tiene un impacto en los microorganismos acuáticos, tales como bacterias ambientales no patógenas presentes en el entorno de los peces medicados. Por lo tanto, los antibióticos pueden ejercer una presión selectiva tanto sobre las bacterias ambientales como las patógenas de peces, lo que puede incrementar la frecuencia de bacterias resistentes a los antibióticos. En consecuencia, la terapia antibacteriana utilizada tras un brote de lactococosis puede fallar debido a la resistencia del patógeno.
La resistencia bacteriana a los antibióticos se ha incrementado debido al crecimiento del sector acuícola y la aplicación continua de antibióticos. Algunas de los consecuencias del uso de antibióticos en la acuicultura son la aparición de cepas de L. garvieae resistentes a los antibióticos, el desarrollo de multirresistencias, la transferencia de genes de resistencia a bacterias patógenas y el fallo de los tratamientos antibióticos. La resistencia a los antibióticos usados para tratar infecciones bacterianas graves puede ocasionar un aumento sustancial de la mortalidad.
En un estudio reciente en Turquía, L. garvieae fue resistente a sulfametoxazol+trimetoprim, eritromicina, tetraciclina, penicilina, amoxicilina+ácido clavulánico, vancomicina y enrofloxacina, mientras que fue sensible al florfenicol. Se analizó la presencia de genes que codifican resistencia a diferentes antibióticos e integrones en cepas de L. garvieae. Los genes de resistencia a antibióticos (ARGs) más prevalentes en las cepas de L. garvieae aisladas de peces fueron genes relacionados con β-lactámicos (blaCTX-M, blaTEM y ampC). Las cepas de L. garvieae pueden contener plásmidos con un tamaño de 4 a 20 kb que integran genes de resistencia frente a β-lactámicos, tetraciclinas, sulfonamidas y florfenicol. Por tanto, la presencia de plásmidos que contienen ARGs puede desempeñar un papel importante en la transferencia horizontal de genes de resistencia.